¡Abajo Carlos Mesa, designado por la patronal boliviana y por Bush!
¡Por el control de las riquezas por los trabajadores!
¡Por un gobierno obrero y campesino en Bolivia!
La revolución ha derrocado el viernes 17 de octubre, al presidente boliviano Sanchez de Lozada (“Goni”) que ha abandonado el país. Este capitalista y asesino de trabajadores se ha refugiado junto a sus patrones en Miami.
Pero, con la complicidad de Evo Morales (dirigente de los productores de coca y diputado nacional por el MAS), Quispe (dirigente de los campesinos de Chapare) y Jaime Solares (dirgente de la COB - Central Obrera Boliviana), y con la bendición de la Iglesia y de la ONU, la burguesía y el imperialismo, intentan que Mesa forme un gobierno “ por encima de los partidos ” dicen que, así, ¡“para salvar la democracia” ! En un intento para salvar el regimen asesino con las viejas recetas burguesas del referendum y la Asamblea Constituyente.
La revolución boliviana comenzó contra la entrega de las riquezas gasíferas a los monopolios imperialistas por el gobierno cipayo de Goni-Mesa.
En febrero de 2003, bajo las ordenes del FMI (organo común de las potencias imperialiastas norteamericanas, europeas y japonesa), el gobierno Sanchez de Lozada – Mesa había lanzado un plan de erradicación de la coca, aumento de impuestos y rebaja del salario y de las jubilaciones. Este plan provocó un levantamiento de los trabajadores de la ciudad y del campo al grito de “¡Fusil, metralla, Bolivia no se calla!”. El Gobierno sólo pudo sobrevivir gracias a la tregua que le dieron las direcciones de los organizaciones sindicales, la COB y el SUTCB (sindicato de campesinos).
Pero a mediados de Septiembre comenzó de nuevo la lucha. Esta vez generalizada contra la venta del gas a los Estados Unidos pues el gobierno había entregado a un consorcio imperialista (Bechtel, Amoco, British Gas, British Petroleum y Repsol-YPF, es decir, EEUU, Inglaterra y España, los mismos que ocuparon militarmente Irak) la extracción y la venta del gas con ganancias por 1.300 millones de dólares al año mientras que para el Estado Boliviano, en concepto de regalías, quedarán sólo 70 millones.
Al grito unificador de “¡El gas es nuestro y no de los gringos!”, “¡Muera Sánchez de Lozada!” y “¡Guerra civil, guerra civil!” los trabajadores y campesinos empobrecidos plantearon de nuevo todas sus reivindicaciones pendientes frente a la rapiña de los monopolios imperialistas y sus sirvientes locales: la burguesía y la casta de oficiales del ejército educada en West Point.
A pesar de la dura represión, que se ha cobrado casi un centenar de víctimas y medio millar de heridos, los mineros, trabajadores de todos los ramos, campesinos y juventud siguen avanzando en su lucha antiimperialista y revolucionaria que ha puesto en crisis al gobierno y al régimen.
La movilización obrera y campesina ha obligado a las direcciones sindicales a un frente único y ha abierto la revolución boliviana
Nuestros hermanos bolivianos han demostrado durante el último mes una gran disposición a la lucha, poniendo en pie asambleas de trabajadores y campesinos, comités de huelga, milicias armadas, declarándose en “estado de guerra civil” y enfrentándose con palos, piedras, fusiles y dinamita al ejército asesino.
La movilización de las masas bolivianas no ha dejado de intensificarse desbordando a las direcciones sindicales obreras y campesinas (la COB, y el SUTCB) que habían sido forzadas a conformar una Dirección Nacional Única de las Movilizaciones que había convocado a una “huelga general indefinida” y bloqueo de carreteras. Las masas han avanzado en la unificacion de las luchas, conquistando en las calles la unidad de los obreros de las ciudades y los campesinos, a pesar de la política divisora de estas direcciones, obteniendo la renuncia del gobierno.
Los trabajadores bolivianos no deben dejar que se frustre su triunfo por la traición de sus dirigentes que apoyan el nombramiento de Mesa
Las burocracias de las organizaciones sindicales obreras y campesinas (COB, SUTCB), los partidos nacionalistas pequeño-burgueses (MAS) intentan traicionar la revolución boliviana para salvar al Estado burgués. Han sostenido el establecimiento de una solución política que salvara la propiedad de los grandes terratenientes, la propiedad capitalista, la dominacion del impérialisme americano. Todos ellos forman parte del Foro Social Mundial, verdadera internacional contrarrevolucionaria, que tanto en Bolivia como antes en Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil…, tras la bandera de reformar el sistema imperialista, ha llevado a los trabajadores y las masas al callejón sin salida de las treguas y pactos con los gobiernos cipayos de turno.
Apenas asumió la Presidencia, Mesa calificó de «inalterable, esencial y muy buena», la relación con los Estados Unidos y destacó el apoyo del embajador estadounidense al nuevo Gobierno. Luego, fue a presentar sus respetos a la plana mayor del ejército..
Sólo la organización de los obreros y campesinos en un Congreso Nacional con delegados de base revocables y con mandato y basado en las milicias y en sus organismos de autoorganización, que llame a los soldados a destituir a la casta de oficiales asesinos y a disolver el ejército poniendo sus armas al servicio de las masas en lucha, podrá abrir una salida revolucionaria a la crisis actual imponiendo un gobierno obrero y campesino que satisfaga las necesidades de las masas.
Sólo un gobierno de este tipo podrá romper con la supeditación a las empresas imperialistas; expropiar sin indemnización a la banca y a los monopolios imperialistas, a los grandes latifundios; asegurar la propiedad de los pequeños campesinos y su libre acceso al agua; garantizar créditos baratos para los pequeños productores del campo y de la ciudad; repartir el trabajo asegurando dignidad a los mineros y trabajadores bolivianos; luchar efectivamente contra la pobreza con un Plan de Obras Públicas, que ponga al servicio de la mayoría de los bolivianos los beneficios de los enormes recursos naturales de su tierra, garantizando el derecho al pan, al trabajo, a la salud y la educación para todos. Sólo este gobierno podrá asegurar la plena igualdad a los aymara, quechuas y resto de indígenas
Para asegurar la victoria de los trabajadores y las masas bolivianas es necesario un partido revolucionario, parte de una internacional revolucionaria, que luche por encabezar esa lucha retomando el programa de las Tesis de Pulacayo (adoptado por los mineros bolivianos en 1946), verdadero programa para la revolución socialista en Bolivia, podra asegurar la victoria a los trabajadores y las masas Bolivianas, abriendo el camino a la Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina.
¡Ningún crimen impune! ¡Castigo a los culpables de la represión! ¡Por la disolución de la polícia y el ejército asesinos! ¡Por el armamento de los trabajadores y el pueblo!
¡Abajo Mesa y todos los políticos burgueses! ¡Que se vayan todos! ¡Que la COB, el SUTCB y el MAS rompan con la burguesía y se pongan a la cabeza de un gobierno sin Mesa y sin políticos burgueses!
Por un Congreso Nacional de obreros y campesinos en lucha con delegados con mandato y revocables, basado en las milicias obreras y campesinas y en sus organismos de autoorganización! ¡Por un gobierno obrero y campesino!
¡Por la ruptura con el FMI y el imperialismo! Por la expropiación de los latifundios, de los capitalistas bolivianos y de los grupos extranjeros! ¡Por un plan de producción y distribución bajo control de los trabajadores! ¡Por los Estados Unidos Socialistas de América Latina!
20 de octubre de 2003
Groupe Bolchevik
por la construcción del Partido Obrero Revolucionario
de la Internacional Obrera Revolucionaria (Francia)
groupe_bolchevik@yahoo.fr
Grupo Germinal
En defensa del Marxismo (Estado español)
germinal_1917@yahoo.es
A bas Carlos Mesa, l’homme du patronat bolivien et de Bush !
Contrôle des richesses par les travailleurs !
Pour un gouvernement ouvrier et paysan en Bolivie !
Vendredi 17 octobre, La révolution a chassé le président bolivien Sanchez de Lozada (“ Goni ”) qui a quitté le pays. Ce capitaliste assassin des travailleurs s’est réfugié près de ses maîtres à Miami.
Mais, avec la complicité d’Evo Morales (dirigeant des producteurs de coca et député national du MAS), Quispe (dirigeant des paysans de Chapare) et Jaime Solares (dirigeant de la Centrale ouvrière bolivienne), avec la bénédiction de l’Eglise et de l’ONU, la bourgeoisie et l’impérialisme veulent que Mesa forme un gouvernement “ au dessus des partis ”, et “ pour sauver la démocratie ”. Celui-ci essaie de replâtrer le régime meurtrier avec les vieilles recettes bourgeoises du référendum et d’une assemblée constituante.
La révolution bolivienne a commencé contre la bradage du gaz aux monopoles impérialistes organisé par le gouvernement compradore Goni-Mesa
En février 2003, sur consigne du FMI (organisme commun aux puissances impérialistes américaine, européennes et japonaise), le gouvernement Sanchez de Losada-Mesa a lancé un plan d’éradication de la coca, d’augmentation des impôts et de baisse des salaires et des retraites. Cela a provoqué la mobilisation des travailleurs des villes et des campagnes au cri de : “ Fusils, mitraillettes, la Bolivie ne se tait pas ! ”. A ce moment, le gouvernement Goin-Mesa a pu survivre grâce à la trêve que lui ont accordé les directions des organisations syndicales, COB (la centrale syndicale ouvrière) et SUTCB (le syndicat des paysans).
Mais, à la mi-septembre, la protestation a repris, et cette fois de manière généralisée, contre l’exportation du gaz naturel vers les Etats-Unis. Car le gouvernement voulait livrer l’extraction et la vente du gaz naturel bolivien à une entente entre Bechtel, Amoco, British Gaz, British Petroleum et Repsol-YPF, c’est-à-dire les États-Unis, la Grande-Bretagne et l’Espagne, ceux-là même qui occupent militairement l’Irak. Ce consortium impérialiste devait jouir de l’extraction et de la vente du gaz naturel bolivien, procurant un profit annuel de 1 300 millions de dollars par an, contre une redevance dériosire à l’État bolivien de 70 millions de dollars.
Avec les slogans unificateurs de : “ Le gaz est à nous, pas aux gringos ! ”, “Mort à Sanchez de Lozada ! ”, “ Guerre civile, guerre civile ! ”, le prolétariat et les paysans ont de nouveau mis en avant toutes les revendications insatisfaites face au pillage des groupes impérialistes et contre leurs laquais de la bourgeoisie bolivienne et de la caste des officiers formée aux États-Unis.
Malgré la répression, qui a coûté une centaine de morts et un demi millier de blessés, les mineurs et les travailleurs de toutes les branches, les paysans pauvres et la jeunesse ont approfondi leur lutte anti-impérialiste et révolutionnaire, ce qui a ébranlé le gouvernement et le régime.
La mobilisation ouvrière et paysanne a obligé les directions syndicales au front unique et a ouvert la révolution bolivienne
Nos sœurs et nos frères de Bolivie ont démontré leur capacité à la lutte, en mettant sur pied des assemblées de travailleurs salariés et de paysans, des comités de grève, des milices armées, se déclarant en “ état de guerre civile ” et affrontant l’armée assassine avec des bâtons, des pierres, des fusils et de la dynamite.
La mobilisation des masses boliviennes a débordé les directions syndicales ouvrières et paysannes, les obligeant à former une Direction Nationale Unique qui a appelé à la “ grève générale illimitée ” et au blocage des routes. Malgré la politique de division de ces directions, les masses ont unifié leurs luttes, imposant dans la rue l’unité des ouvriers des villes et des campagnes et ont obtenu le départ du gouvernement.
Les travailleurs boliviens ne doivent pas être frustrés de leur victoire par la trahison des dirigeants qui appuient la nomination de Mesa
Les bureaucraties des organisations syndicales ouvrières et paysannes (COB, SUTCB) et le partis nationaliste petit-bourgeois (MAS) essaient de trahir la révolution bolivienne pour sauver l’Etat bourgeois. Ils ont soutenu la mise sur pied d’une solution politique pour sauver la propriété des latifundiaires, des capitalistes et la domination de l’impérialisme américain. Tous ces appareils syndicaux et politiques font partie du Forum Social Mondial. Cette internationale contre-révolutionnaire, en Bolivie comme au Venezuela, en Équateur, en Argentine, au Brésil fourvoie les travailleurs dans l’impasse de la collaboration de classe et des accords avec les gouvernements compradores de tout poil.
A peine nommé à la présidence, Mesa qualifiait d’“ inaltérable, essentielle et très bonne ” la relation avec les Etats-Unis et soulignait l’appui de l’ambassadeur américain au nouveau gouvernement. Puis il est allé déclarer son respect à l’etat-major de l’armée.
Seule l’organisation des travailleurs des villes et des campagnes dans un Congrès national ouvrier et paysan pourra ouvrir une issue révolutionnaire à la crise actuelle. Composé de délégués de base révocables, élus par les milices et les organismes d’auto-organisation, le Congrès national ouvrier et paysan pourrait appeler les soldats à éliminer la caste des officiers assassins, à liquider l’armée bourgeoise, à mettre les armes au service des masses en lutte. Il pourrait imposer un gouvernement ouvrier et paysan.
Seul un tel gouvernement pourra rompre avec l’emprise impérialiste; nationaliser sans indemnité les banques et les groupes capitalistes (comme le français Suez), exproprier les grandes propriétés foncières, donner la terre et l’accès à l’eau aux paysans, garantir des crédits bon marché pour les petits producteurs des campagnes et des villes, partager le travail en assurant la dignité des mineurs et de tous les travailleurs boliviens, combattre la pauvreté avec un plan de travaux publics, mettre au service de la majorité des Boliviens les énormes ressources naturelles, garantir à tous le droit au travail, à l’alimentation, à la santé et à l’éducation. Seul ce gouvernement pourra garantir la complète égalité des droits aux Aymara, Quechuas et aux autres indiens.
Seul un parti révolutionnaire combattant pour diriger cette lutte, en reprenant les “ Thèses de Pulacayo ” adoptées par les mineurs boliviens en 1946, le programme pour la révolution socialiste en Bolivie, pourra assurer la victoire aux travailleurs et aux masses boliviennes, en ouvrant le chemin à la Fédération des Républiques Socialistes d’Amérique latine.
Aucun crime impuni ! Châtiment des coupables de la repression ! Dissolution de la police et de l’armée assassines ! Armement du prolétariat et du peuple !
A bas Mesa et tous les politiciens bourgeois ! Qu’ils partent tous !
Que la COB, le SUTCB et le MAS rompent avec la bourgeoisie et forment un gouvernement sans Mesa et sans politicien bourgeois !
Congrès National des travailleurs en lutte, composé de délégués mandatés et révocables, basé sur leurs organismes d’auto-organisation, sur les milices ouvrières et paysannes ! Gouvernement ouvrier et paysan !
Rupture avec le FMI et l’impérialisme ! Expropriation des latifundiaires, des capitalistes boliviens et des groupes étrangers ! Pour un plan de production et de distribution sous contrôle des travailleurs !
États-Unis socialistes d’Amérique Latine !
20 octobre 2003
Groupe Bolchevik
pour la construction du Parti ouvrier révolutionnaire
de l’Internationale ouvrière révolutionnaire (Francia)
groupe_bolchevik@yahoo.fr
Grupo Germinal
En defensa del Marxismo (Estado español)
germinal_1917@yahoo.es
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Abajo Carlos Mesa, declaración Grupo Germinal y Groupe bolchevik 20 octubre de 2003.pdf | 32.84 KB |