2003-05-20 Todas nuestras reivindicaciones siguen pendientes: ningún voto a los representantes directos de la burguesía

TODAS NUESTRAS REIVINDICACIONES SIGUEN PENDIENTES:
NINGUN VOTO A LOS REPRESENTANTES DIRECTOS DE LA BURGUESIA ESPAÑOLISTA, A LOS DEFENSORES DE LA OCUPACIÓN IMPERIALISTA DE IRAQ

La juventud, los trabajadores y trabajadoras, nos hemos manifestado masivamente en repetidas ocasiones los últimos meses con un objetivo muy claro: parar la invasión imperialista de Iraq. Incluso para aquellas personas que tenían alguna ilusión sobre la ‘capacidad’ del gobierno del PP-Aznar de escucharles quedó claro que sólo derribando a dicho gobierno sería posible evitar que el estado español contribuyera a la destrucción y ocupación de Iraq. Por eso en la segunda gran manifestación celebrada en Valencia la consigna más coreada y escrita en las pancartas espontáneas fue: ¡Aznar dimisión!. Pero cuando teníamos al gobierno acorralado, Aznar pidió abiertamente socorro al PSOE y al PCE-IU exigiéndoles que tuvieran sentido de la ‘responsabilidad’ y que respetaran su ‘derecho’ a gobernar contra la mayoría aplastante de la población, que nos dejaran bien claro que sólo cada cuatro años teníamos derecho a cambiar el gobierno y su presidente (ilegales incluso en el marco de la Constitución de la Monarquía puesta por Franco). Y lo hicieron. Cada uno en su papel y con sus métodos, han evitado centralizar la reivindicación masiva de tirar abajo al gobierno, la única manera de abortar la participación española en la invasión y ocupación imperialista de Iraq. Las direcciones de CCOO y UGT pusieron la guinda divisora: la de CCOO se negó a convocar ni siquiera las dos miserables horas de paro que propuso la ejecutiva de UGT. El PSOE firmó su particular frente único... con el PP y contra la democracia en el País Vasco. Todas las organizaciones obrero-burguesas hicieron lo imposible para evitar consolidar un frente único obrero y juvenil contra la invasión imperialista de Iraq y para lograr el requisito necesario para ello: derribar al gobierno de su majestad el Borbón y con él a la Monarquía puesta por Franco. Más tarde el Papa de la Iglesia de los beatos y santos reaccionarios arrimó también el hombro para el sostenimiento de Aznar. Con su visita a Madrid reafirmaba el viejo pacto de la España negra con el Vaticano… y pelillos a la mar los bombardeos sobre la población civil iraquí.

Ahora los partidos que dicen representarnos se presentan a estas elecciones con programas ajenos por completo a la voluntad de lucha que hemos expresado en las manifestaciones de los últimos meses. Como si para los trabajadores y trabajadoras, para la juventud, el voto a los partidos que tan deformadamente pretenden representarnos pudiera tener un sentido diferente al de utilizarlo de punto de apoyo para combatir a los gobiernos patronales, defender nuestras condiciones de vida y luchar por nuestras reivindicaciones.

Tanto los municipios como las ‘autonomías’ tienen las manos atadas por la Constitución de la Monarquía puesta por Franco: su marco de acción está determinado en todo momento por las leyes del estado central, por los presupuestos que hace aprobar cada año el gobierno. Pueden hacer poco más que ejecutar las políticas de aquél y discutir limitadamente el reparto de sus propios presupuestos miserables, no pueden, pues, más que reafirmar la negación de la verdadera democracia. Pero una victoria del PP, una victoria de los representantes directos de la burguesía españolista, los envalentonarían en su feroz política antiobrera y antidemocrática y repercutiría en más desmoralización aun de la que han sembrado PSOE y PCE-IU. Es preciso que aprovechemos todas las oportunidades para dejar clara nuestra reivindicación común: ¡Abajo el gobierno del PP-Aznar!

Para dar un paso más en ese camino:

¡Ningún voto a las candidaturas burguesas! ¡Vota al partido obrero de tu elección! ¡Fuera el PP de todos los sitios, también de los ayuntamientos y ‘Comunidades’!

Pero existe una parte del territorio bajo el control del estado español, su monarquía y fuerzas armadas, donde han sido prohibidas una organización política de masas y centenares de candidaturas avaladas por decenas de miles de firmas y donde se ha cerrado el único diario en la lengua propia: ese lugar es el País Vasco. Allí, el gobierno PP, con el aval incondicional del PSOE, le niega a una parte importantísima del pueblo vasco cualquier tipo de representación, en un proceso de acoso policial que pretende cegar cualquier salida democrática a su exigencia de autodeterminación. En estas condiciones, no puede considerarse que existan las más mínimas condiciones de libertad de expresión, organización ni voto.

¡Boicot a las elecciones antidemocráticas y fraudulentas en el País Vasco! ¡Ninguna papeleta para avalar la negación de las libertades democráticas y del derecho a la autodeterminación!

Nuestras reivindicaciones siguen pendientes antes del 25 y lo seguirán después.

No a la ocupación imperialista de Iraq
Retorno inmediato de las fuerzas militares del estado español
Abajo el gobierno del PP-Aznar
Abajo la Monarquía
Derecho de autodeterminación, incluida la separación, de todas las nacionalidades oprimidas

Para lograrlo es responsabilidad del PSOE, IU-PCE, UGT y CCOO luchar desde ya por el establecimiento de un gobierno obrero que satisfaga todas nuestras reivindicaciones, que garantice un futuro para los jóvenes, que detenga todas los ataques contra las condiciones salariales y de trabajo, que haga cumplir el derecho a la autodeterminación.

Necesitamos un partido obrero revolucionario, una internacional obrera revolucionaria

En todo caso, una única conclusión se impone: los trabajadores y trabajadoras, la juventud, debemos reorganizarnos sobre un nuevo eje político diferente del de los partidos que hoy aparecen como la única posibilidad para representarnos, pero que forman parte de todos el entramado de un sistema económico y social (el capitalismo) que se pudre devorándonos. Somos la clase social mayoritaria y nuestra única esperanza está en construir un partido obrero revolucionario, que forme parte de una Internacional obrera revolucionaria y defienda nuestros intereses. Un partido que nos sirva para movilizar el enorme potencial de fuerza que poseemos, que sea el instrumento para terminar con la decadencia de la civilización y la barbarie a la que nos lleva el poder del capital, para unirnos a todos los proletarios del mundo y acabar con toda explotación, con toda opresión de un pueblo sobre otro, de un grupo social sobre otro, para construir la sociedad sin clases, el socialismo.

20 de mayo de 2003

Germinal, en defensa del marxismo
germinal_1917@yahoo.es

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