Comunicado del Grupo para la construcción del Partido obrero revolucionario, de la Internacional obrera revolucionaria
El 17 de febrero, el LKP, estado mayor de la huelga general que ya dura un mes en Guadalupe, ha hecho un llamamiento en su ayuda al "movimiento obrero y democrático internacional" frente a la represión colonial que organiza el Gobierno Sarkozy-Fillon.
Las
direcciones sindicales CGT, FO, FSU, el PS, el PCF, deben responder
positivamente y pronunciarse a favor de:
La
retirada inmediata de las fuerzas de represión francesas de
Guadalupe
Desde
hace más de un mes, bajo la dirección del colectivo contra la
explotación (LKP), los trabajadores guadalupeños están en huelga
general contra la vida cara. Reivindican, en concreto, el aumento de
200 € al mes de los salarios, jubilaciones y mínimos sociales, la
congelación de los alquileres y la reducción de los precios de
artículos de primera necesidad. El coste exorbitante de la vida en
las Antillas procede directamente del tratamiento colonial que sufren
Guadalupe y Martinica. Los descendientes de los esclavistas (békés,
como la familia Hayot) y los grandes grupos industriales franceses
ejercen una verdadera extorsión gracias a su posición dominante en
la distribución
.
La
fuerza excepcional de este movimiento se explica por la constitución
del LKP, colectivo que agrupa la parte fundamental de las
organizaciones del movimiento obrero de la isla, partidos y
sindicatos, realizando de hecho el frente único, sobre la base de
reivindicaciones obreras calculadas, precisas. Estamos ante una
lección preciosa para todos aquellos que se proponen, en las
Antillas o Francia, el combate para infligir una derrota al Gobierno
Sarkozy. Porque ésta es precisamente la condición para alcanzar las
reivindicaciones, realizar bien el frente único de las
organizaciones obreras para acabar con el Gobierno de los burgueses
y békés.
.
Este
Gobierno, desde el principio, hace de todo para hacer morder el polvo
a la huelga general. Por un lado, el "diálogo
social",
de interminables negociaciones jugando al yoyó con su Ministro Jego.
Por el otro, la represión colonial, racista, contra los militantes
del LKP, enviando a cientos de gendarmes antidisturbios, creando las
condiciones gracias a las cuales un responsable sindical encontró la
muerte.
El Gobierno esperaba que la huelga se deshinchara, a falta de salida política. En efecto, La ruptura de las negociaciones por Jego, el 8 de febrero, planteaba brutalmente la cuestión que toda huelga general plantea: ¿quién es el amo en la casa?
La cuestión permanece planteada en el momento en que estas líneas se escriben: que el LKP asuma el poder, haga abrir los libros de contabilidad de las empresas, que organice el control obrero sobre la importación y la distribución de los productos alimentarios, apoyándose en las masas movilizadas, que su servicio de orden garantice el orden en la isla. Esto sería comprometerse en la vía de un gobierno obrero y campesino en una Guadalupe liberada de las cadenas del colonialismo francés, que establería vínculos fraternales con los otros pueblos del Caribe, hacia la federación socialista del Caribe.
Pero
el gobierno Sarkozy esperaba también la reunión de la "cumbre
social" del 18 de febrero. Contra lo que habían expresado los
millones de manifestantes del 29 de enero, Sarkozy de nuevo reafirmó
que proseguiría sus "reformas",
las supresiones de puestos de trabajo, que los despidos seguirían, y
que era inaceptable aumentar los salarios. Toda la situación exigía
que los dirigentes sindicales boicotearan esta cumbre, de la que
Sarkozy especificaba que debía servir "para llevar a cabo"
su política. Sin embargo, Thibault y Mailly [dirigentes de las
centrales sindicales, NDT] ¡hasta han encontrado motivo para
alegrarse del anuncio de medidas financiadas con dinero público, en
último término siempre pagadas por los trabajadores! Y han
aceptado asociarse aún más estrechamente a la política del
Gobierno en un "Comité de seguimiento de la crisis".
Paralelamente, mantienen su día de acción cortafuegos del 19 de
marzo.
Sobre esta base Sarkozy ha recibido, desde el día siguiente, a cargos electos de ultramar, en particular los cargos electos PS, quienes han desempeñado el mismo papel de guardaespaldas del poder, según la recomendación de Martine Aubry que dijo querer "hacerlo todo" para evitar el contagio en la metrópolis [Francia continental, NDT] - lo que significa ahogar la llama de la huelga en Guadalupe. Por supuesto que Sarkozy no ha anunciado nada que pueda significar la satisfacción de las reivindicaciones del LKP, al contrario, ha propuesto, por ejemplo, con la extensión del RSA [Renta de Solidaridad Activa, complemento público para salarios ínfimos, NDT] ¡acelerar la puesta en marcha de su propia política! A tal efecto, ha anunciado la próxima reunión de los "Estados Generales". ¿Deberían reanudarse y alargarse las "negociaciones" sobre esta base? ¡No!
De lo que tienen necesidad, con urgencia, los trabajadores guadalupeños, no es flores envenenadas de "solidaridad" sin contenido, con los que los aparatos del movimiento obrero y sus guarda flancos de 'extrema izquierda' trenzan la corona de flores de la huelga general.
La verdadera "solidaridad", es combatir para que las organizaciones del movimiento obrero, sindicatos (CGT, FO, FSU), y partidos, se pronuncien:
-
por la satisfacción de las reivindicaciones del LKP y especialmente
de los 200 euros. Por la apertura de los libros de contabilidad de
los empresarios que expolian a las masas en Guadalupe.
- por el rechazo de las propuestas Sarkozy y el boicot a los “Estados Generales sobre ultramar”
Y el apoyo, urgente, vital, del que tienen necesidad los trabajadores y la juventud de Guadalupe, es que los sindicatos y los partidos se pronuncien y actúen por la retirada inmediata de las fuerzas de represión francesas de Guadalupe.
Tal
es la posición que defiende el Grupo para la construcción del
Partido obrero revolucionario, quien os llama a discutirla, a
organizaros para hacerla prevalecer mientras siga siendo posible.
París,
21 de febrero